viernes, 16 de noviembre de 2018

Con otros ojos

Año y medio después, le ha visto a los ojos. 
Se atrevió a verla y a mantenerle la mirada esa tarde que, a creencias de unos y rechazo de otros, juega el azar al encontrarnos. Notó cómo la sonrisa seguía siendo la misma y sin embargo, le pareció que había algo diferente en ella. O, quién sabe, quizás un quién. 

No se arriesgó a pensar en quién porque era evidente: se había encontrado a sí misma y se estaba amando tal cual. Resplandecía. Su cabello y sus ojos brillaban. Se observaba más confiada de sí. Su cuerpo vibraba con la seguridad puesta en ella...

Era tan evidente su cambio que, se le podía distinguir entre la multitud.

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