miércoles, 30 de noviembre de 2016

0.0.2

Me caes mal: Estar contigo me cae mal.

Contigo no ha sido lo que pensé que podía ser; contigo yo me olvido de pensar

 y solo me dejo ser.
Contigo no me las pienso y me dejo vivir; me enseñas a vivir y yo aprendo.
Contigo siento más de lo normal y me dejo llevar, me dejo ir y me tomas en tu camino.

martes, 15 de noviembre de 2016

Fragmento 0.0.1

Si te digo que tengo frío, miento: Quiero tu calor.
:::::::::::::::::

Me gusta pensar que el amor nos hace estar aquí, juntos, haciéndonos compañía en las madrugadas solas donde dormir resulta difícil, donde buscas un escape y quieres correr hacia donde sea; donde sea contigo.

No me malinterpretes, no estoy mal. Ni una partícula de mí se siente mal. Me siento como desde hace mucho no me sentía, como no pensé que podía y ahora con mayor intensidad: Me siento libre. Mucho más de lo que lo puedo deletrear, lo saboreo al decirlo y lo abrazo al pensarlo: me siento yo, muy libre. Como soy y como tengo que ser.

Me siento en paz conmigo y aunque mi conciencia haga cierto ruido diciéndome que esto no es correcto, sigo; aquí estoy contigo y no me quiero ir.
No me dejes ir. Abrázame y desnúdame con la mirada, deséame piel con piel y házme lo que no me han hecho sentir. Sorpréndeme como lo has hecho hasta ahora, síguelo haciendo y sonríeme pícaramente con esa sonrisa tan tuya.



Contigo me pasa algo que nunca me había pasado: contigo no pienso, solo hago; contigo no solo existo, sino que vivo. Me haces querer arriesgarme y jugármela, me haces querer sobrepasar mis límites para descubrirme, para saber qué es lo mío y te diviertes siendo mi maestro.

Es por eso que me llamas tanto la atención, me fascinas, me encantas porque sabes qué hacer conmigo, me deshaces a tu gusto y encuentro que el gusto también es mío.

Me haces sentir, vivir, reír y todo lo bueno y bonito que sea como ningún otro; como ningún otro. 

Nadie más me ha hecho estar así, sentirme así. Nadie.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Promesas y el mar

De las promesas y del mar digo que he roto muchas.
De las promesas y de mí digo que he roto muchas.

Me prometí más de una vez no mirar atrás y hasta ahora, empiezo a cumplirla.
Ya no quiero estar ahí, no voy a volver.

No vuelvo al lugar donde más de una vez reí y lloré, porque lloré la primera vez que regresé; Porque no me encontré, no me vi, no me supe la misma. Cambios: yo, yo he cambiado y había cambiado con el lugar. No era la misma ni sería igual a la de ese entonces.

Lloré porque creí que era malo, era malo no encontrarme, era malo perderme y cambiar. Lloré y probé el sabor de mis lágrimas, esas que caían en mis mejillas y mojaban mi vestido.

Me fui corriendo de ahí. Corrí, corrí hasta que el lugar se fue haciendo pequeño a mi vista, hasta que ya no lo pude distinguir con mis ojos.

Con el tiempo crecí, conocí y llegué a saber que cambiar es irrefutable: Así es la vida. Me prometí no volver y no llorar nuevamente pero sentí que tenía que regresar, tenía que conocer ese lugar con mi nuevo yo; con mi yo regenerado.

Rompí mis promesas porque fui, volví y lloré: Esta vez lloré de felicidad, de orgullo, de emoción porque no era la misma y no quería serlo; no quiero volver a serlo.

Mi cambio es constante y mi presencia invaluable.

La que ahora soy y alguna vez fui, solo en esencia queda.
Necesito renovarme, conocer y ser.

Correr y buscarte

Ese día tuve las ganas de correr, de buscarte, de estar contigo y contarte todo. Todo como me sentía, buscar tu consuelo y creo que hasta ingenuamente, tu amor.

Te busco, te quiero y necesito que me mires con amor, cariño y dejes la mirada de deseo para otra ocasión, las risas burlonas y tu actitud de cabrón a un lado para prestarme atención.

Y es que cuando pones atención, cuando me hablas y escuchas de verdad, me pareces todavía más atractivo; me dan más ganas de besarte y sentir que te compartes conmigo.

Ese día, quise correr a buscarte, quise llamarte, quise escribirte o aunque sea, verte.

Sí: yo quiero y sé que tú también quieres estar conmigo; como dijiste una vez: <Quién sabe, podemos terminar enamorándonos... O yo me puedo terminar enamorando de vos>.
Reí, cuando dijiste eso reí; esa es mi reacción cuando me pongo demasiado nerviosa y tiendo a hacerme la que no me importa: Quien iba a decir que contigo pasa que me importas y que tu mirada me hace sentir nerviosa, demasiado nerviosa.


Quiero correr hacia ti y que me abraces, me des tu cariño y por esta vez, seas mi consuelo.

Por esta vez, sea yo la que me desahogue contigo.


Por esta vez, que sean muchas más juntos.
Pero no puedo, lo que tú y yo tenemos no se puede.


Ese día tuve las ganas de correr, de buscarte, de estar contigo y contarte todo. Ya sabes, de esos días como ahora en los que pienso mucho, mucho más de lo común y que la tristeza me visita.


Quiero y resulta que no puedo.

Quiero y por eso me desahogo escribiendo: a ti, por mí.
Este es mi único consuelo.