miércoles, 4 de julio de 2018

Silencio en mi boca

Sucede que un día dejás de escribir tus historias por que te das cuenta que las llevás a flor de piel.
Que todas esas letras que podés escribir están en tus ojos, que lo has guardado en tu mirada si es que alguien se atreve a observarte. Dejás de preguntarte los 'porqués' y empezás a buscar el 'cómo' te sentís para expresarlo, que no se quede encerrado dentro de ti.

No lo decís pero tus ojos lo gritan.
No lo contás pero tu cuerpo lo baila.
No lo crees posible hasta que pasa...

Y conoces hasta llegas a afirmar, que cada uno de nosotros es un mundo por recorrer, que todos cantamos historias (escuchás si prestás atención) y no nos damos cuenta por el ruido que está alrededor.

Entonces, lo entendés y sabés que no sos el mismo porque podés llegar a ser mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario