jueves, 21 de julio de 2011

Recuerdos que nunca olvido

Fue en un tanto de mes que te conocí. 
Me gustaste tanto cuando te ví. 
Nunca había visto a alguien tan normal y tan especial.
Me cautivastes con tu mirar y me enloquecí.
Tenías eso que nunca vi en alguien más.
Con tu caminar tan bobo y tan tuyo;
¿Quién hubiera dicho que hasta en eso yo me iba a fijar?


Quiero que sepas que nunca me fuí;
siempre me quedé en tu recuerdo, en tu memoria y en tu vivir.
Por muy lejos que estés, 
yo cerca te puedo sentir.
Talvez fuistes, sos y serás más que un recuerdo.
De esos recuerdos que al pasar de los años,
no se olvidan pero ni en los cuentos.



Me gusta recordar todo lo que un día pasó. Es increíble como el tiempo pasa y los recuerdos siempre quedan. Supongo que no soy la única en recordar los días bonitos que uno ha vivido. Recordar y sólo recordar para volver a vivir y sentir todo lo que un día sentimos...... Qué bonitos sentimientos, ¿verdad? 


Tantos sentimientos guardados, qué yo ni sé adonde me caben. Tantos recuerdos almacenados, qué ni sé cuanto espacio me queda ya en la memoria. Supongo que cuando quiera guardar más, tendré que "borrar" ciertos de esos momentos que tanto añoro. Supongo, pero no espero. No quiero. 


Quisiera poder mandar todos esos sentimientos a un corazón nuevo para que vea qué es lo que yo tanto he guardado, qué es lo que yo tanto he estado guardando. ¿Qué podría sentir ese "nuevo" corazón que tendría mis sentimientos? ¿Dolor, alegría, tristeza, felicidad, miedos o mucho amor? Yo diría que de todo un poco pero un poquito más de lo último que mencioné.


Y, ahora, con mis pensamientos y recuerdos. ¿Qué sentiría esa persona si se los pudiera "pasar"? Qué preguntas tan tontas hago, pero me invade la curiosidad. ¿Podría esa persona volverse más objetiva y tener otra perspectiva de mi vida? ¿Podría? No me imagino a otra persona con todos mis pensamientos, no puedo; mis pensamientos, tan míos, tan de lo que yo vivo que otra persona no los podría tener. ¿Mis recuerdos? Tampoco me hago la idea de que alguien más vea lo que yo viví. ¿Y porqué con mis pensamientos y recuerdos digo no, y con mis sentimientos, digo sí? He aquí la diferencia: mis sentimientos los puedo compartir porque sé (o al menos, creo) que otra persona, ya los vivió también. Sino, ¿por qué existirían todos esos poemas y frases que hablan de una persona, pero cada quién le da su propio significado y su propia dedicatoria? No creo que todos esos poemas y frases hablaran de la misma persona que yo pienso al leerlos, que cuando los leen otras personas. 


Otra persona podría entender mis sentimientos pero nunca exactamente como yo lo viví.


Dicen que recordar es volver a vivir y lleva algo de cierto esa frase. Me gustaría ver ese momento que tanto me gusta y ver mis expresiones, ver como me sentía; quién sabe, talvez hasta volver a sentir lo que una vez sentí. Más de alguna vez quisiera poder hacer eso.  Pero no. Dios nos ha dado sólo una vida para vivirla y sólo un límite de espacio en nuestro cerebro y corazón para almacenar recuerdos. ¿Se imaginan tener espacio ilimitado en nuestra memoria y poder guardar todos esos momentos que tanto nos gustan? ¿Y qué me dicen si tuviéramos espacio extra ilimitado en el corazón? Qué dicha... Pero Dios no lo ha querido así. Él ha querido que vivamos para los momentos, que sintamos todo lo que nunca pensamos lo que iríamos a sentir y vivir, vivir para aprovechar, porque sólo una vez pasa. 


La vida es un danzar de alegrías y tristezas,
en la cual no todos podemos bailar de la manera que queremos.
A algunos les fallan los pies; a otros, les falla la vida.
A algunos les falla el recuerdo; y a otros, les falla la memoria.



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