Ese día me senté a ver el mar. No me preguntes qué ha tenido el mar que siempre me ha gustado, siempre me ha hecho sentir que soy de aquí: Me da una comodidad que no me da otro lugar. Me senté a ver el mar y me supe feliz, contenta, extasiada.
Me senté a ver el mar y pensando, pensé en todo lo que han tenido mis días últimamente; todo lo que he vivido hasta hoy.
Me senté a ver el mar y me supe tranquila; tanto, que sentí como una paz reinaba en mí, como mi cuerpo y alma sonreía conmigo.
Me senté a ver el mar y ese momento, me sirvió para saberlo eterno.
Cierro ahora los ojos y me veo: Estoy sentada frente al mar.
Siempre quiero estar sentada frente al mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario