Esta va para ti:
Esta vez me he decidido a escribirte. Pueda que escribir
cartas sea muy a la antigua de mi parte pero pienso que son costumbres que se
van perdiendo con el tiempo: un e-mail no se puede comparar con la emoción y
cercanía que te brinda una carta, según yo creo.
Si me preguntas por qué te escribo así, de esta forma, es
porque escribir y más una carta, es una manera de sincerarse con uno mismo; es
plasmar justo lo que sentís o al menos, tratar de explicarte para la persona
que te lee.
No sé cuándo fue que comencé a escribir. Trato de buscar en
mi memoria y mis recuerdos acompañados de imágenes, me muestran que casi
siempre he tenido papeles y libretas en mis manos.
Lo divertido y hasta lo irónico de esto, es que me costó
aprender a leer y escribir. Fui a clases de refuerzo porque todos mis
compañeros aprendieron a hacerlo en su momento y yo no. Me tardé pero llegué a
aprender.
De ahí, nadie más me paró.
Desde entonces, mis papás emocionados me fomentaron la
lectura. Recuerdo mi primer libro de cuentos regalado por mi mamá,
"Titanes de la Literatura Infantil: Cuentos" que a la vez, había sido
de los primeros libros de mi mamá además "Las mil y una noches", que
me hizo soñar al leerlo. "El Principito" fue también de los primeros libros que leí pero lo entendí después de releerlo al haber crecido.
Mi memoria me trae a flote los cuentos clásicos leídos por
mi papá y como él los tergiversada a su manera, también las leyendas del país
como Shasca, la reina del mar, la Siguanaba, El Cipitío, la Carreta Chillona...
que a mi hermano y a mí nos hacía reír y las fábulas de Esopo y parábolas de la
Biblia, que mi abuela nos leía.
Luego, recuerdo el libro de cuentos de los Hermanos Grimm
regalado por un amigo de mis papás, que al yo haber crecido y unidos por el
amor a la literatura, él se convirtió en mi amigo también.
Llegué a tener cuanto se pudiera leer e imaginar.
Así, con el tiempo fueron viniendo más libretas, más libros
y más letras. Cada vez, mis papas me inculcaban el seguir leyendo y al estar
rodeada de múltiples y diferentes libros sobre todo en mi casa, me aventuré en
este mundo: Me abrió mi imaginación viviendo varias vidas con los personajes y
sucesos de los libros que leía. Me motivaba a la vez, la estampa de mis papás
leyendo por las tardes.
Busco en mi memoria y recuerdo o creo al menos, recordar la
primera libreta donde escribí: Escribía letras de canciones que yo me inventaba.
Estaba en primer grado. No he dejado de
escribir desde entonces.
Te cuento esto porque quiero que conozcas por ti mismo lo
que es el amor a la literatura, el amor al arte y mira que el arte tiene
significados diversos. Quiero que te animes, te emociones por saber y aprender;
dejes tu imaginación volar para que la puedas desarrollar y comenzar a hacer
todo eso que muy dentro de ti, sabes, puedes, quieres y mueres por hacer: Eso
que te apasiona, eso que te llena, te emociona y si pudieras hacerlo siempre,
hasta lo harías de gratis. Porque no es lo mismo vivir para escribir que
escribir para vivir y tampoco, vivir del arte que vivir para el arte.
Haz imposibles que se conviertan en posibilidades. Sigue
tratando hasta que las cosas se den porque tú lo has convertido en realidad.
Búscate en libros, en tus experiencias, en tu vivir día a día, encuéntrate y
conócete.
Tú mismo serás siempre el punto de partidas cuando quieras
escapar de este mundo y crear el tuyo.
¿Te acuerdas cuando le decía a mis amigos que "nunca
cambiaran"? Estaba equivocada. A medida he crecido y ha pasado el tiempo,
he entendido que los cambios son inevitables, necesarios y parte de crecer
porque así es la vida: Me han servido para madurar y evolucionar.
Es por ello, que te incito a que dudes, pienses, preguntes,
reflexiones y que todo lo que vivas, sueñes y experimentes cree un asombro en
ti para que sientas la emoción de las cosas como si fuera la primera vez que
pasa. Y si en medio de todo o durante, tienes una inspiración, un momento en el
que Dios te ilumina úsalo para crear: haz "eso" que tu corazón, mente
y alma te pide.
Ocupa todo cuanto puedas, todo cuanto te rodea, todo y
cuanto vivas para convertirlo en tu arte. Nútrete de lo que pasa alrededor de
ti, prueba todo y cualquier cosa. Sé el artista que siempre quisiste ser y
fíjate que el arte no solo contempla músicos, escultores, pintores, escritores,
diseñadores, fotógrafos... Sino todo aquello que emana desde tu interior y
puedes desempeñar con pasión. Busca tu lugar y si no lo encuentras, invéntalo:
Trata que las cosas no se queden en ser sino en hacer.
Creo mucho que el mundo necesita personas que estén
enamoradas de lo que hacen, de lo que viven, de lo que es su vida. Personas que
busquen dentro de sí, que se pierdan dentro y consigo mismas porque cuando se
encuentran, quieren ser la mejor versión de ellos mismos. Yo confío en que tú
puedes serlo y hacerlo.
Sobre todo lo anterior, no olvides dos cosas: Creer en ti y
persistir. Sé tu propio fan, échate porras cuando sea justo y critícate cuando
sea necesario. Escucha las opiniones de los demás y toma consejo cuando sea
oportuno. Rodéate de buenos amigos y aprende de los malos. Quiero que esperes
todo de ti y nada de nadie.
Me gustaría que esta carta sea la primera de muchas que te
escriba y tener respuesta tuya. O mejor aún, que la respuesta no sean letras
sino acciones: Que te decidas a escribir, bailar, pintar... Según sea tu arte.
Confiando en ti y desde ya, poniéndote flores te lleno de
abrazos letrados.
Andrea Salgado Geromini
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Gracias a Esevehoy por darme la oportunidad y el espacio de
poder compartir lo que escribo con entusiasmo.
Creo mucho en creer y mi país necesita más páginas, como
esta y otras,
que fomenten y brinden el espacio para dar a conocer lo que
sentís y pensás.
Toqué una puerta y muchas más se abrieron:
iGracias!
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