Solía creer que la oscuridad me daba miedo... pero no, no realmente es así. Me he dado cuenta que lo que me da miedo es la oscuridad de mi mente: Los pensamientos que puedo llegar a tener mientras estoy a oscuras acostada en mi cama despierta por las madrugadas.
Es mi mente a la que, a veces le tengo miedo; porque juega conmigo misma, porque conoce y sabe mis verdaderos y más íntimos miedos guardados ni yo sé donde.
Mi mente puede jugar conmigo, puede hacer de mí, miseria.
Es mi mente a la que, a veces le tengo miedo; porque juega conmigo misma, porque conoce y sabe mis verdaderos y más íntimos miedos guardados ni yo sé donde.
Mi mente puede jugar conmigo, puede hacer de mí, miseria.
Si yo lo permito, si yo dejo que pase.
Puedo conmigo y con todos mis miedos.
Aunque a veces no lo crea y no lo sienta así, muy adentro de mí sé que puedo.
Aunque a veces no lo crea y no lo sienta así, muy adentro de mí sé que puedo.
No me voy a dejar vencer por mí misma.
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