A veces creo que necesito un nuevo corazón.
Uno que no conozca de tristezas ni de vacíos, uno que solo sea amor. Uno que pueda albergar más cosas buenas y que no llore, que nunca llore ni sienta dolor; que no sepa que son los nudos de la garganta y como se conectan con el corazón, que se aguante las lágrimas y no sienta asfixia de todo lo que no sabe expresar, de lo que no encuentra como decirlo o qué decir.
Un corazón valiente, más que este que ya tengo. Un corazón sin miedos y que nunca los conozca, que el miedo no lo invada ni lo carcoma. Que sea intocable y hasta invencible de quien quiera hacerle mal.
A veces me gustaría tener un nuevo corazón.
Entonces recuerdo que puedo hacer uno de los pedazos que soy... Estoy por intentarlo.
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